Les fans convencen a Netflix de traer Sense8 de nuevo a la vida
Que en esta casa somos muy fans de muchas cosas es algo que (creo) hemos dejado muy claro, pero, por si os quedaba alguna duda, quiero contaros una de las cosas más locas que he hecho (como fan, al menos).
La cosa es que el primer día del Orgullo de 2017 Netflix decidió cancelar Sense8.
Para quien no lo sepa (que me parecería fatal) Sense8 es una serie de las hermanas Wachowsky que fue una total revolución en cuanto a la manera que tenía de representar las relaciones humanas. Pocas series ha habido que mostraran la empatía, la unidad, la diversidad y el amor de la manera que lo hizo. De verdad os lo digo, allá donde otras series se ceban con lo malo como motor para hacer avanzar la trama, Sense8 era todo amor, con la balanza siempre decantándose hacia todo lo que puede ir bien, en vez de hacia todo lo que puede ir mal. Parecerá una tontería, pero, a veces, que te enseñen todo lo bueno que podría ser el mundo (aunque no lo sea) es suficiente para hacerte sentir que, quizá sí que es posible. Vamos, que a las que nos pegó, nos pegó fuerte.
Y entonces, después de dos temporadas, un cliffhanger del tamaño de un continente, el primer día del Orgullo, y, para más inri, el mismo año que salía elegido Donald Trump, Netflix anunció que cancelaban Sense8. Dijeron muchas cosas: que era muy cara, que no tenía suficiente audiencia, y todas eran razones muy válidas, pero vamos, que tampoco podíamos ignorar el factor político de toda la historia: en una época en la que la política estaba en su peor momento, Sense8 promovía todo aquello contra lo que el presidente de USA luchaba. Nunca se confirmó que la cancelación tuviera razones políticas, pero vamos, no voy a negar que, muy conspiranoica de mí, estoy totalmente convencida de que algo tuvo que ver.
Bueno, que me enrollo, la cosa es que, la respuesta de les fans ante la cancelación de Sense8 fue apabullante. No es la primera, ni será la última, vez que les fans salvan una serie de la cancelación, pero de verdad os digo que esto fue otra movida. Desde recogidas de firmas y quedadas para cancelar suscripciones a Netflix a la vez en todo el mundo, hasta llamadas a Netflix para poner reclamaciones. No hay nada que no hiciéramos.
Recuerdo esperarme un día hasta no sé qué hora de la noche para asegurarme de que el horario cuadraba con el de USA, y llamar desde mi móvil (que me costó una pasta) al servicio de atención al cliente de Netflix par aponer una reclamación. Todo el rato pensando en plan “Esta gente va a pensar que soy imbécil”. Típicos complejos de persona que lucha por lo que le gusta, porque de siempre nos han machacado con que invertir mucho de nosotres en una cosa así es de frikis, y bueno, al final eso acaba calando. La cosa es que, con toda mi vergüenza de friki, le dije a la persona que me atendió que, seguro que le parecería una tontería, pero quería poner una reclamación por la cancelación de Sense8. ¿Su respuesta?
“No es una tontería, sigue llamando, porque no eres la única.”
No eres la única. Ese es el mensaje de Sense8, al final, y es el mensaje que se me quedó después de ese mes de luchar contra algo que era mucho más grande que yo. Que puede que sea una friki luchando por algo que no tiene sentido, pero no soy la única.
Al final, el último día del mes del Orgullo, Netflix anunció que haría un especial de dos horas para terminar la serie. No es lo que queríamos, pero es mucho más de lo que hubiéramos conseguido si no hubiéramos hecho nada. Es mucho más de lo que yo esperaba que consiguiéramos, desde luego. Pero la cuestión no es tanto lo que conseguimos, sino que, durante el proceso, aprendimos que el poder de les fans es muy grande, porque, si hacer que una empresa como Netflix nos escuche no es el equivalente a mover una montaña, mira, yo no sé lo que es.
Lana Wachowski lo dice mucho mejor que yo, en una carta que me hace llorar cada vez que la leo, y os dejo aquí para que lloréis también vosotres: